jueves, 13 de septiembre de 2018

Ley de protección a la inteligencia, la razón y la ciencia


¡Quemadlo! ¡Quemadlo en la hoguera!  Eso es lo que desearían algunos zamurdos, borricos y estúpidos fanáticos religiosos que han conseguido que arresten al actor Willy Toledo por injuriar a dios y a su madre. Lógicamente, al poco estaba  el hombre en la calle pero el ridículo internacional ya no tenía remedio.  Medio mundo descojonado de risa. Las mentes prodigiosas de esta iglesia  hipócrita, cruel,  falsa y pederasta seguramente se lamentan de no poder hacer ahora lo que han venido haciendo durante siglos: acabar con todos aquellos que osan hacerles frente y poner en solfa sus irracionales dogmas.  ¡Tenemos que seguir siendo la salvaguarda espiritual de Occidente, que para eso ganamos una guerra! se autocomplacerán algunos.
Esta estúpida, irracional, castrante, irritante  y anticonstitucional ley de ofensa al sentimiento religioso encuentra su parangón en países de alto desarrollo cívico y social como Arabia Saudí, país con el que nos llevamos de maravilla, pues coincidimos en muchos de los enfoques sociales y religiosos, además de intercambios comerciales e industriales como el AVE, los barcos de guerra y bombas, muchas bombas ( pero que sepáis que son para autodefensa, no se vayan a creer que es para bombardear civiles y mucho menos niños inocentes en Yemen)
Dado el nivel de cachondeo de las leyes de este país que se pasan por el Arco del Triunfo ciertos valores de la democracia como es la libertad de expresión (una cosilla sin importancia vaya,  de hecho es lo primero que se cargan las dictaduras cuando llegan al poder), yo me atrevo a seguir la guasa proponiendo una nueva ley: Ley de protección a la inteligencia, la razón y la ciencia. Esta ley se encargaría de sancionar y castigar ejemplarmente a todos aquellos que ofenden al uso adecuado del cerebro y al raciocinio más elemental.
Para aplicarla, he aquí algunos ejemplos que a mí me ofenden:
A los que adoran a una imagen  de palo y yeso creyendo firmemente en sus poderes sobrenaturales.
A los que les dan medallas a estas imágenes.
A los que las nombran alcaldesas perpetuas.
A los que se apoderan de las calles públicas durante una semana para pasear sus imágenes.
A los que no se dan cuenta que han sido adoctrinados de pequeños y que serían fervorosos practicantes de otra religión verdadera si hubiesen nacido en otro lado (Inglaterra, Marruecos, India, Nepal, Chad, Vanuatu, etc.)
A los que adoctrinan a los pequeños. (He leído que en Islandia no se permite el adoctrinamiento religioso hasta los 21 años, buen ejemplo a seguir)
Peor todavía: Hacer lo mismo pero en escuelas e institutos. Dejadlo para la Universidad, donde los chiquillos ya pueden pensar un poco por si solos.
A los que se aprovechan de la inocencia e indefensión de los menores para saciar y dar salida a la peor perversión sexual que existe: la castidad impuesta para los representantes de su dios.
Y así podríamos seguir con un larguísimo etc., que no continúo para no cansar. Ya sabéis, si os mola la idea, proponédsela a vuestros representantes políticos que, a no dudar, se pondrán mano a la obra de forma inmediata. Tened confianza, este es un país civilizado ¿no?



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