viernes, 23 de enero de 2015

LAS CREENCIAS IRRACIONALES BÁSICAS (II)


Idea irracional nº 2:
Para ser valioso tengo que ser competente, suficiente y capaz de lograr la mayoría de los objetivos que me propongo.

¿Por qué es irracional?
Superman no existe. Ningún ser humano puede ser totalmente competente en todos o en la mayor parte de los aspectos de su vida.
Intentar tener éxito está bien, pero exigirse continuamente tener éxito en todo es el mejor medio para sentirse incompetente e incapaz.
Existe un nivel de autoexigencia óptimo. Forzarse más de la cuenta acarrea estrés y enfermedades psicosomáticas.
El individuo que lucha por el éxito total está en continua comparación con otros, ante los que puede llegar a sentirse invariablemente inferior.
El ambicionar desmedidamente el éxito conlleva el querer ser siempre superior a los demás. Ello puede llevar al continuo conflicto con los otros.
El buscar en todo el éxito distrae al individuo de su auténtico objetivo vital: ser más feliz.
La preocupación por el éxito acarrea el miedo al fracaso y a cometer errores; ello puede acarrear fobia al trabajo y una tendencia al fracaso real en éste.

Alternativas racionales
El individuo debe actuar, más que actuar bien. Se debe concentrar más en disfrutar del proceso que en el resultado.
Cuando intenta actuar bien será más para su propia satisfacción que para agradar o ser mejor que los demás.
Es mejor cuestionarse con frecuencia si se está luchando por alcanzar un objetivo en sí mismo o por un objetivo para su propia satisfacción.
Autoaceptación. Para alcanzar sus objetivos el individuo debe aceptar sus propios errores y limitaciones, en vez de horrorizarse y catastrofizar su existencia debido a ellos.
Ensayo y error. Aprendemos muchas veces más de los errores que de los aciertos.
Se debe aceptar la necesidad de practicar y practicar las cosas antes de conseguir el éxito.

Deberíamos forzarnos a hacer de vez en cuando aquello en lo que se teme fracasar, aceptando el hecho que los seres humanos no somos perfectos.

jueves, 22 de enero de 2015

LAS CREENCIAS IRRACIONALES BÁSICAS (I)

La psicología cognitiva-conductual establece que gran parte de los desequilibrios conductuales y emocionales se producen como consecuencia directa de un cuerpo de creencias y pensamientos automáticos, muchos de ellas irracionales, que nos conducen a un callejón psicológico sin salida del que es difícil salir sin ayuda. Esta forma de pensar va construyendo un edificio de esquemas mentales que determinan en gran parte nuestra conducta, ya que consideramos que son verdaderos y necesarios para nuestra vida. En la construcción de estos esquemas e ideas irracionales intervienen los valores familiares, la educación, los amigos, el cine, los medios de comunicación y, en general, todo aquellos valores y contravalores sociales donde se desarrolla nuestra existencia. Si llegan a provocarnos algún tipo de desequilibrio, hemos de actuar.  Para ello, y relatado en forma simplista, hemos de sustituir en nuestro acerbo cognitivo personal estas creencias irracionales por otras más adaptadas a la realidad.
Las principales las iré poniendo en el blog una tras otra, junto con sus alternativas más racionales.

Idea irracional nº 1: 

    Debo ser estimado, comprendido y aprobado por la mayor parte de las  personas que son significativas para mí.

 Porqué es irracional
 El exigir ser aprobado por todos es una meta inalcanzable.
Si se necesita de forma extrema la aprobación siempre se generará una preocupación por cuánto te aceptarán.
Es imposible que uno sea siempre simpático o agradable con los demás.
Aunque uno pudiera alcanzar la aprobación de muchos, eso exigirá una enorme cantidad de esfuerzo y energía.
El intentar ser aprobado por los demás generaría un servilismo y se  abandonarían las propias necesidades.
La incertidumbre de no conseguir la aprobación de los demás generaría un comportamiento inseguro y molesto perdiéndose, paradójicamente y debido a  ello, el interés de los demás

Alternativas racionales
El individuo no debería intentar erradicar todos sus deseos de aprobación, sino las necesidades excesivas de aprobación.

El individuo debería buscar más la aprobación por sus hechos, actividades y comportamientos que "por sí mismo".

El no ser considerado por los demás es algo frustrante pero no horroroso o catastrófico.

El individuo debería preguntarse: "¿Qué quiero hacer en el curso de mi relativamente corta vida?, más que ¿Qué creo que les gustaría a los demás que hiciera?

Para conseguir el respeto y la consideración de los demás, una de las mejores formas es proporcionarlo.

                                                                                                                                              (continuará)

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