Los centros específicos reciben cada vez a más alumnos con trastornos de la conducta derivados de colegios donde no saben gestionar estos casos
Hace tres semanas, unos padres malagueños denunciaban que su hijo, que tiene diagnosticado un Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD), hiperactividad y falta de atención y un retraso mental leve, había sido expulsado por el instituto en el que estudiaba. La dirección justificaba esta medida en su mal comportamiento, mientras que los progenitores señalaban que sus actos disruptivos eran consecuencia de su discapacidad y temían que el instituto intentara expulsarlo definitivamente para llevarlo a un centro específico para alumnos con discapacidad.
Más información aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios