El doctor Martín Seligman, acuño el término de
indefensión aprendida, para definir
una conducta de falta de respuesta ante un determinado estimulo en función de
consecuencias aprendidas en el pasado. Para ello dispuso una jaula con suelo
electrificado donde a unos perros se les permitía una respuesta de escape de la
situación aversivay a otros les era
imposible escapar de las descargas y tenían que soportarlas, a su pesar. Al
cabo de un cierto número de pruebas, ambos grupos de perros eran colocados en
jaulas con posibilidad de escape. Mientras que los que habían escapado continuaban
haciéndolo en estas nuevas jaulas, aquellos que habían sido condicionados en
las jaulas sin escape sufrían estoicamente las descargas sin intentar
evitarlas, a pesar de que podían hacerlo sin problemas; habían aprendido erróneamente que no había
esperanza, que no había posibilidad de evitar los estímulos desagradables.
Este modelo animal ha servido
para explicar algunos aspectos de la depresión en humanos y sobre todo la
experiencia de victimización. Así, ambos están provocados por estímulos incontrolados
y aversivos;ocasionan la generalización
a otras situaciones de la incontrolabilidad futura y la conciencia de los
propios déficit de conducta y establecen una creencia generalizada acerca de la inefectividad de las respuestas
propias.
Para conocer cómo se
puede provocar un proceso de indefensión aprendida y como puede afectar a
nuestra cognición y a nuestras emociones, os aconsejo que veáis el siguiente
video que muestra como en pocos minutos una profesora induce y explica clara y
sencillamente este proceso psicológico.
Muy ilustrativo. Así nos sentimos ahora mismo con esta maldita situación económica y social. Como inútiles y desamparados. Tal como decía hace unos días en un artículo Concha Caballero parece que llevamos una nube encima que nos hace la vida gris, que nos lleva a perder la motivación y que nos ha reducido la imaginación para resolver las situaciones que estamos viviendo. Parece como si, de pronto, no fuéramos capaces de encontrar respuestas.
Muchas gracias por tu comentario. Exactamente eso es lo que pretendia hacer ver con esta entrada. Lo que tú has reflejado perfectamente en tu comentario. La falta de respuesta, la apatía, la desgana, la desmotivación y toda una serie de emociones negativas en la población es el caldo de cultivo necesario e imprescindible para que los poderosos puedan seguir manteniendo su status quo, sin amenanazas previsibles para el mantenimiento de sus privilegios.
Genial. Es lo que hacemos sin darnos cuenta con los alumnos que requiren otras formas por sus características personales. Me anima a seguir buscando aquello en que el alumno tiene éxito. Porque no existe un solo alumno que no destacaque en algo. El problema es la miopía académica que padecemos.
Muy ilustrativo. Así nos sentimos ahora mismo con esta maldita situación económica y social. Como inútiles y desamparados. Tal como decía hace unos días en un artículo Concha Caballero parece que llevamos una nube encima que nos hace la vida gris, que nos lleva a perder la motivación y que nos ha reducido la imaginación para resolver las situaciones que estamos viviendo. Parece como si, de pronto, no fuéramos capaces de encontrar respuestas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarExactamente eso es lo que pretendia hacer ver con esta entrada. Lo que tú has reflejado perfectamente en tu comentario. La falta de respuesta, la apatía, la desgana, la desmotivación y toda una serie de emociones negativas en la población es el caldo de cultivo necesario e imprescindible para que los poderosos puedan seguir manteniendo su status quo, sin amenanazas previsibles para el mantenimiento de sus privilegios.
Genial. Es lo que hacemos sin darnos cuenta con los alumnos que requiren otras formas por sus características personales. Me anima a seguir buscando aquello en que el alumno tiene éxito. Porque no existe un solo alumno que no destacaque en algo. El problema es la miopía académica que padecemos.
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