jueves, 25 de marzo de 2010

UNA REFLEXIÓN


Una de las experiencias más interesantes y esclarecedoras de la actual situación de poder que se da en las familias, es observar el proceso de entrada en cualquier centro educativo de muchas ciudades de este país. Lo habitual es que se produzca un colapso circulatorio en los alrededores del centro ya que, aunque la distancia al centro sea mínima, al niño hay que llevarlo motorizado, dado que el camino hacia el colegio puede estar plagado de riesgos insuperables que se soslayan dentro de este caparazón metálico móvil y protector. Los pocos que se arriesgan a afrontar tamaña aventura, como es llegar caminando al cole, suelen ir acompañados de un adulto que, en bastantes casos, se trata del abuelo o abuela, el cual suele acarrear el macuto, maleta o carrito del nieto en previsión, suponemos, de futuras dolencias del tierno infante. De esta manera, no es extraño observar una anciana, doblada por los años y el peso del macuto, junto a un mozalbete de 10 años, pletórico de salud y fuerza que salta libre a su lado instándole a que se dé prisa en llegar, dirigiéndose a ella con altanería y falta total de respeto.

Es también probable que ante el requerimiento del profesorado sobre tareas, libros, apuntes o cualquier otro trabajo escolar, el estudiante proyecte su responsabilidad hacia sus parientes más próximos, diciendo que no lo trae dado que a su madre o a su abuela se le olvidó incluirlo en el maletín escolar.

Aunque estas situaciones puedan parecer anecdóticas, se dan con diversas variantes a todo lo largo del país y reflejan la situación creada ante el déficit de socialización que tienen nuestros estudiantes, tanto en las familias, como (asumamos los educadores nuestra parte de responsabilidad) en los centros educativos. No olvidemos que la educación es una tarea colectiva que concierne a familias y centros educativos, pero también, y en mayor medida de lo que querrían asumir, a ayuntamientos, entidades sociales, culturales, deportivas y medios de comunicación, por poner algunos ejemplos.

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